Alas...

Alas...
"...Y son las alas las que nos convocan... una y otra vez... ineludiblemente... a ese roce de etereidades... al cruce de vuelos con un otro... también etéreo..."

martes, 16 de diciembre de 2014

Vértigos



Vértigos

Y es la muda sensación

de lo eterno, 

atemporal,


bañándose en tus aguas,

de húmedas miradas,

plagadas de acantilados

que me lanzan al vacío,

al todo, 
a la nada.


Y desciendo 
entre gastados remolinos,

de hojas secas,
 cristales y trinos

que estallan mientras giran
plasmando en mí, 
sus vértigos,

dejándome desnuda 
de turbaciones y sombras,

pero plagada 

de placeres inconmensurables,


texturados,

borrachos de pasión 
por la magia…

empapados de vos…

…aunque sólo seas

          una ilusión

                   caprichosa y efímera

                                              de mi imaginación.


Caída de una hoja...


El viento sopla,
                         una hoja,
desde los alto de un álamo, 
se desprende.
La embarga el vértigo
de saberse en caída precipitada.
Se desliza entre el éter,
roza un zumbido de miel 
que casi la toca.

Y sigue cayendo,
desnuda,
atraviesa cada átomo
que la convierte en misterio,
Se desgrana de acantilados,
la observan los colores inmutables.
De pronto el viento la abraza
y la obliga a danzar ante lo inevitable,
gira,
desecha en vaivenes del aire.
Y en un juego casi siniestro,
la eleva nuevamente,
para perdurar su caída
y jugar con su suerte.
Ella lo acepta,
se entrega,
a la locura impávida 
de la brisa,
pero sigue cayendo.
Percibe un tenue aleteo
que la deslumbra de magia.
El majestuoso abismo la recibe,
sin relojes 
y sin tiempos,
en una eterna atemporalidad
que se precipita
en un sinfín de caídas ancestrales
que la inmolan como ofrenda de vida


eterna e infinita.


Éxtasis Poética



ÉXTASIS POÉTICA

Todo nace en un instante, de sonido, de silencio.
Y estalla con palabras desbocadas
que fluyen descontroladas
...como salvajes caballos de metáforas y verso.
Que llevan al poeta a impensables mundos,
aún no nombrados,
aún no creados....
sumiéndolo en un éxtasis poético,
de extraños hechizos y emociones arrebatadas,
de candentes pasiones, de sentimientos místicos
y antiguas voces aún no acalladas.
Y es la locura
pariendo vocablos viscerales
provenientes de recónditos parajes ocultos e inimaginables del alma.
Cobrando sentido en el éter,
de momentos marchitos y efímeros.
Pujando desde las entrañas
como ancestrales volcanes incandescentes
explotando más allá de la vida y de la muerte,
más allá de las propias venas del artista;
que queda a merced de traviesas musas
que juegan, seduciéndolo apasionadamente
y desnudándolo de cómodas corazas y acostumbradas caretas.
Arrebatándole la cordura,
en un alud de vértigos orgásmicos
y placeres primitivos.
Como si se desangrara
en cada trazo de tinta sobre el papel
y desgarrara acartonados misterios
para volver a la vida...
...ardiendo...

...bajo las llamas eternas de la creación.


Cadáver Exquisito

Escupe agua sutil, frágil,
trepando las laderas de la muerte eterna
vacía de mis ansias,
carentes de plegarias,
deshojando viejos placeres, cruelmente insondables
de ancestrales blasfemias que deliran.

Mientras en otro lado
alguien despierta
en sueños dulcemente amortajados,
plagados de blanco,
de noches vírgenes de pisadas
y vértigos mordiendo los rincones de la casa.

Luego enareno mi alma de antiguas sombras
y reflejos ensimismados,
en cada esquina un mismo par de ojos
resulta perseguirnos y envolvernos
en diáfanos susurros, agobiados de humedad,
oxidados de placeres que se transparentan
en un aleteo de bicicleta
por lo que nadie pudo imaginar:
el vino, el suelo,
las marcas que dejó en la pared antes de irse
y poblar de orgásmicos momentos,
únicos
perfectos de imperfección acallando lo innombrable,
estallando en huérfanos vocablos
de pasión que todo lo tiñen,
que todo lo crean,
que todo lo pueden.

LebeN - Geist

Perdidos en la forma

Nos perdemos en la forma singular,

en la nada estéril
en la despojada cáscara

desierta de humanidades
plagada de ilusiones
que nos ahogan

hasta mutilarnos de alma.
Nos poblamos de desiertos
que nos enarenan la mirada,
sedientos de pasión,

anhelando que el amor nos habite las entrañas.

Amar al cosmos


Nació
cuando se aparearon
el Sol y la Magia.
Parido por las sombras verdes de los árboles.
Ahora se adormece bajo un rayo de luz,
que atraviesa el follaje transparente y misterioso.
Se vuelve diáfano,
chiquito,
eterno,
mientras sueña sueños azules,
frescos,
con dulzores de duraznos
y aromas que lo sumergen
en otros tiempos.
De fragancias antiguas,
ancestrales.
Volviendo al inicio de todas las eras,
cuando la nada era todo,
y todo era la nada.
Donde un viento primitivo sopla
hacia el vértigo de las sensaciones nuevas.
Donde se acallan los días
y se aletargan las horas.
Donde los relojes estallan
en cruentas convulsiones,
de efímeros momentos.
Y se vuelven mansas las miradas.
Y el silencio danza,
extasiado por los sonidos.
Permanecen hechizados los instantes,
descubriendo los secretos de la vida.
¡Y cómo no amar a cada instante!...
en cada respiración,

en cada mirada,
a los seres que aquí habitan.
Amar
a la más mínima partícula del cosmos…


…es como amar al cosmos mismo.


Y es la risa...

Y es la risa...


Que llega como
               una brisa fresca de verano.
Limpia,
           cristalina,
                          traslúcida,
refrescante,
                     reconfortante.
                                             En comunión
      con el alma.
                           Traspasa las heridas,
los atrofiados músculos,
                            los cansados huesos.


Nos inunda,
                  nos estalla,
                                     nos llena.
                                                        Nos conecta
                                                                            con nosotros
                                                                            con los otros.

Nos embarga
                     cual éxtasis de primavera.
Nos eleva
               hasta las cornisas
                                            de lo pleno.
Nos acerca
                 a lo natural y bello
                       que habita en lo profundo

                                                       del alma.
Y sana lo insanable,
          cura lo incurable,
                 repara lo irreparable,
revive lo que creíamos muerto.

Y es la risa...
                que nos besa las entrañas
                      nos recuerda tibios
                                                        y nos devuelve a la 

vida.